La primavera es buena época para perder grasas

Antes de controlar la boca para dejar de comer, hay que controlar la mente, ya que en ella se origina la ansiedad o la falta de voluntad y constancia.

Para programar tu cerebro y llegar a sentir que perder peso no es una tortura, sino un proceso que puede ser agradable y fácil de llevar, prueba con estas psicotácticas.

Ponte metas realistas. Debes empezar por no engañarte a ti mismo, ya que si te pones una meta inalcanzable, y no vas viendo resultados, desertarás a mitad del camino y  puedes terminar comiendo más por frustración o por falta de autoestima. Para comenzar un plan adelgazante, debes tomar en cuenta tus características personales: edad, salud general, constitución, proporción de masa muscular, peso de los huesos, etc. Por tanto, ponte metas realistas. Olvídate de perder mucho peso en poco tiempo y aprender a escuchar y a comprender tu cuerpo para darle lo que necesita y quitarle lo que le sobra.

No confundas hambre con ansiedad. Los nervios, la ansiedad, la depresión anímica, la presión social e incluso la cultura consumista que se nos inyecta día a día puede hacernos comer más de la cuenta, ya que, por no parar un momento a reflexionar si se trata de hambre real o de necesidades emocionales, intentamos llenar esta sensación de vacío interior con comida. Por ello, es importante que, ante el impulso de comer más de la
cuenta, nos paremos a pensar para descubrir lo que está provocando esa hambre, y si ésta es de carácter emocional, lo mejor es relajarse, escuchar música, ir al cine, dar un paseo o leer un libro que te guste.

Aprende más sobre salud. Una de las psicotácticas más efectivas es alimentar el cerebro con información. Es decir, estudiar la manera autodidacta las consecuencias que acarrea para la salud una mala alimentación y una vida sedentaria y aprender más sobre los beneficios de seguir una dieta equilibrada. A medida que uno sabe más, la práctica del
nuevo estilo de vida sano se hace menos pesada.

-Mantén a raya el estrés. Aprender a relajarse es sumamente importante
para no ganar peso, ya que el estrés es la principal causa de ansiedad y  tristeza, factores que hacen que el organismo busque consuelo en la  comida. Y para atenuarlos recurrimos a los dulces procesados (que  provocan bienestar de forma inmediata pero momentánea), y que al final  terminan por convertirse en reserva de grasa. Por tanto, intenta relajarte  escuchando música, tomando un baño con aromas, haciendo microsiestas  reparadoras, etc.

-Visualízate delgado/a. Según los expertos, el cuerpo puede hacer  absolutamente todo lo que el cerebro le ordene, incluso adelgazar, y la  autosugestión actúa como un programa de sofware capaz de controlar la  ansiedad. Las técnicas de visualización pueden fortalecer la fuerza de  voluntad y la constancia. Pero además pueden motivar a hacer ejercicio  físico regularmente.

-Para realizar estos ejercicios de visualización basta con dedicar de 5 a 15  minutos al día. Hazlos en un lugar tranquilo, y mejor con música relajante  de fondo, respirando profundamente de la siguiente manera: al inspirar  repite mentalmente (a la vez que visualizas lo que dices) una frase como  “Los manzanos son delgados y nunca están obesos” y al espirar di: Los  manzanos sanos dan ricas manzanas.

Más información: http://bioremedios.com

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