Protege tu salud inmunológica en los meses más fríos

Hemos dejado atrás un año complicado para la salud. La pandemia ha sido decisiva para empezar a tomarnos en serio nuestro sistema inmunológico y la importancia del cuidado de la salud inmune. Las heladas y nevadas de las últimas semanas en nuestra geografía han puesto en peligro, más todavía, nuestro organismo, con la amenaza de virus, bacterias y otros gérmenes acechándonos con la excusa del frío.

El invierno es una de las temporadas más críticas para la gripe y este año está siendo especialmente duro a causa del COVID-19. Por lo tanto, es más importante que nunca mantener tu sistema inmunológico en plena forma. No dejes de abrigarte en los días más fríos, mantén protegidas tus vías respiratorias y saca tiempo en tu día a día para el deporte y el descanso.

Mejorar la salud del sistema inmunológico

La base de la estabilidad de nuestro organismo es la alimentación. Una dieta rica en

frutas, verduras frescas, granos y semillas sin procesar contribuye a un sistema inmunológico saludable. Tal y como dice el experto Yufang Li, del Centro de Medicina Integrativa de la Clínica Cleveland, “el 80% de tu sistema inmunológico está en el intestino, por lo que cuando está sano, tendemos a ser capaces de combatir las infecciones más rápido y mejor”.

Otra opción para añadir a tu dieta son los probióticos, en forma de suplemento o como alimentos fermentados. Estos fomentan una flora intestinal saludable y ayudan a generar más anticuerpos, proteínas que lo protegen de las infecciones.

Por otra parte, según diversas investigaciones, se ha demostrado que el ejercicio físico reduce las hormonas del estrés, conectadas a un sistema inmunológico saludable. Cabe señalar que el estrés crónico aumenta el nivel de cortisol en la sangre, lo que puede incrementar la inflamación. No es fácil manejar el estrés de manera inteligente, pero deberías seguir ciertas pautas y técnicas como la meditación, el yoga, los paseos por la naturaleza o cualquier otra cosa que realmente te relaje y así desconectar de tu rutina.

No olvides descansar por las noches. Dormir es una de las formas más seguras de mantener su sistema inmunológico funcionando correctamente. El descanso no solo ayuda a tu mente y a tu cuerpo a repararse del estrés diario, la falta de sueño también disminuye la producción natural de citocinas. Se trata de unas proteínas protectoras que son fundamentales para la capacidad de su sistema inmunológico.

Obtén suficiente vitamina D

Conocida como la vitamina del sol, la vitamina D se almacena en el hígado y los tejidos grasos, apoyando al bienestar cardiovascular y protegiendo la salud de los huesos. La vitamina D también juega un papel importante en el sistema inmunológico, ya que participa en las respuestas inflamatorias del cuerpo.

Los últimos meses se han llevado a cabo diferentes estudios que muestran la eficacia de la vitamina D contra los síntomas del COVID-19. Es un nutriente que favorece la función normal de los glóbulos blancos, que circulan por el torrente sanguíneo y luchan contra las infecciones al atacar patógenos externos.

La exposición directa al sol es la forma más efectiva a la hora de absorber este importante nutriente. No obstante, los meses más fríos suelen venir acompañados por nubes y pocas horas de sol en cada jornada, por lo que es fundamental recurrir a la suplementación o a ciertos alimentos ricos en vitamina D (pescado graso, lácteos, huevos u hongos).

Suplementos alimenticios como el zinc

Una opción para cuidar tu sistema inmune es la suplementación. No solo de vitamina D, como hemos detallado en el párrafo anterior, sino también de otros nutrientes que pueden ser beneficiosos para tu salud general y para el bienestar de las vías respiratorias en los meses de invierno en concreto. El zinc es uno de los suplementos más populares en los meses fríos y en época de gripes.

Es un mineral que se encuentra en las células de todo el cuerpo, es clave para reactivar el sistema inmunológico. Además de ayudar en la función hormonal y la digestión, este mineral contribuye a prevenir infecciones al combatir los virus y bacterias entrantes.

Para terminar, existen otros ingredientes naturales que pueden reforzar orgánicamente la salud inmunológica. En esta ocasión hablamos acerca de los extractos de plantas y hierbas medicinales. Por ejemplo, la curcumina es rica en propiedades antioxidantes; la menta fomenta una digestión saludable; la equinácea posee polisacáridos que estimulan la liberación de células asesinas naturales; mientras que, según los Institutos Nacionales de Salud, el ginseng respalda una serie de funciones inmunes saludables, incluida la resistencia a enfermedades y ataques microbianos.

Por cierto, no olvides el poder de la manzanilla, siempre presente en nuestros armarios y en la estantería de cualquier herbolario o supermercado. Es una hierba rica en compuestos fenólicos que fomentan la salud inmunológica.

Bibliografía

1. King JC, Cousins RJ. Zinc. In: Shils ME, Shike M, Ross AC, Caballero B, Cousins RJ, editors. Modern Nutrition in Health and Disease. 10th ed. Baltimore: Lippincott Williams and Wilkins; 2006. pp. 271–85.
2. Calder PC. Feeding the immune system. Proc Nutr Soc 2013;72(3):299-309.