Pan congelado, la forma más fácil de disfrutar de una baguette recién horneada
Imagínate una baguette recién hecha, su olor característico colándose por los rincones de casa, y ahora piensa en su textura: crujiente por fuera y esponjosa por dentro. Y es que al final, uno de los pequeños placeres de la vida es poder disfrutar de un buen pan en cualquier momento.
La baguette, ese delicioso pan de forma estrecha y alargada originario de Francia, está cada vez más presente en nuestra gastronomía y en nuestros hogares.
Esta clase de barra deriva de un tipo de pan surgido en Austria a mediados del siglo XIX con los primeros hornos a vapor. Hoy, existen en el mercado gran cantidad de opciones, como el pan congelado, para poder degustar este sencillo manjar sin movernos de casa.
Entre sus características destacan:
-Acompañando a un plato de legumbres, carnes, pescados, verduras, o por qué no, en forma de buen bocadillo, es el complemento perfecto de cualquier dieta equilibrada.
-La baguette es un alimento sin colesterol y, por tanto, beneficioso para nuestro sistema circulatorio y nuestro corazón.
-Carece de purinas, por lo que puede ser incluido en dietas de personas que tengan un alto nivel de ácido úrico.
– Su consumo ayuda a evitar ataques en pacientes de gota.
– Sin embargo, su elaboración es delicada ya que para conseguir un sabor igual al de la receta original, hay que tener mucha precisión con los ingredientes y el amasado y esto no siempre se consigue.
-A pesar de ocupar un pequeño espacio en el congelador y del tiempo de horneado, el pan precocinado es una buena opción para disfrutar de una buena baguette a cualquier hora del día y en tu propia casa
Por todo esto, este gran alimento, a base de ingredientes básicos como harina, sal y agua, es, además del símbolo de la cultura francesa, un exquisito complemento alimenticio en muchos hogares de todo el mundo.
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