La importancia del consumo de agua depurada
No os dejéis llevar por la aparente obviedad de este título: la importancia del consumo de agua depurada no sólo refiere al uso de agua potable para el consumo humano, sino la necesidad de adquirir una concienciación por el cual reciclemos agua, es decir, que mediante el uso de filtros autolimpiantes para agua, depuradoras industriales y otros métodos no sólo ahorremos en este bien tan necesario, sino que alarguemos el ciclo de consumo lo máximo posible para que ninguna gota se desperdicie.
Cómo aumentar el ciclo del agua
El agua es un bien presente en nuestro día a día y muy necesario para la vida, ya sea de forma directa (estamos compuestos en un 70% de agua) o indirecta (todo ecosistema y sea de fauna o flora asegura nuestra existencia), pero aun así no tenemos la conciencia de lo que supone proteger y mantener un elemento que, por mucho que parezca lo contrario al abrir el grifo y salir a raudales, se trata de un bien escaso.
Para ello la clave no está únicamente en reducir su consumo, sino en aumentar su ciclo de vida, su uso. En otras palabras reciclar el agua.
¿Cómo podemos reciclar el agua? Una vez su uso potabilizado, mediante un sistema de filtrado y depurado, podemos recuperarla no para el consumo humano, pero sí como agua residual tratada que puede ser destinada a:
- Regadío
- Limpieza de asfalto, pavimentos y mobiliario urbano
- Agua para fuentes y lagos artificiales
- Usos industriales y ambientales
- Inyección de agua en acuíferos para usos naturales
Estado del reciclaje de agua en España
España reutiliza 300 hectómetros cúbicos de agua depurada al año, una cantidad que aunque pueda parecer elevada, supone una cuarta parte de lo previsto en términos ecológicos, siendo una deuda aún pendiente por el Gobierno, instituciones y empresas industriales.
Como en otros asuntos de importancia nacional, la crisis sufrida ha paralizado esa previsión de cuadriplicar estas cifras, hecho que no se debe dejar de lado, ya que además de tratarse de un asunto medioambiental de primera necesidad, el reciclaje de agua llevado a cabo en los términos adecuados permitiría solventar graves problemas como el de los periodos de sequía que sufre gran parte del territorio frecuentemente.
Sobre todo en este último caso en el Levante español (Murcia y Comunidad Valenciana), beneficiario de nada más y nada menos que un 54% de estos 300 hectómetros cúbicos, donde la falta de recursos naturales (una importante cuenca hidrográfica como la que sí disponen otras regiones como las bañadas por el Ebro) y la presencia de una importante industria agroalimentaria, la hace valedora de todos estos “excedentes”.
Cómo aumentar el reciclaje de agua
Tal como ocurre en economía, se debe partir de un planteamiento “micro” para alcanzar volúmenes “macro”. Esto quiere decir que la responsabilidad del reciclaje del agua recae desde las propias familias, reduciendo el despilfarro, fomentando el uso de la ducha frente al de la bañera, instalando WC ecológicos etc. hasta del propio Gobierno fomentando la construcción de infraestructuras de depuración, pasando por las administraciones locales que reduzcan a la mínima expresión el uso de agua potable para usos en los que no haya peligro de intoxicación como tareas de limpieza, usos ornamentales (fuentes, lagunas en parques etc.) o regadío de zonas verdes.